Santo Domingo Norte. — La desaparición de una niña de cinco años, arrastrada por la cañada del sector Primaveral en Villa Mella durante las lluvias del pasado jueves, ha sacado a la luz una problemática grave y persistente: el abandono sistemático de las cañadas por parte de las autoridades municipales. La acumulación masiva de basura, escombros y desperdicios en el cauce ha entorpecido de forma crítica las labores de búsqueda, al punto de requerir el uso intensivo de maquinarias pesadas para poder avanzar en el rastreo de la menor.
Excavadoras, retroexcavadoras y camiones han sido desplegados en las últimas horas no solo para remover tierra, sino para retirar toneladas de desechos sólidos que durante años se han depositado en la cañada sin ninguna intervención preventiva. Esta alarmante situación no es nueva: sectores enteros de Santo Domingo Norte, como el Primaveral, han denunciado en múltiples ocasiones la falta de limpieza y mantenimiento de estos afluentes, convertidos en vertederos improvisados a cielo abierto por la inacción de las autoridades.
Ante esta tragedia, la ciudadanía ha alzado su voz para exigir a la Alcaldía de Santo Domingo Norte y a su alcaldesa, Betty Gerónimo, que se prioricen recursos concretos para resolver esta crisis ambiental, en lugar de distraer a la población con campañas fuera de tiempo o asumir funciones sociales que corresponden al Gobierno Central. La gestión municipal está llamada a garantizar entornos seguros, limpios y sostenibles, no a improvisar soluciones tras una tragedia evitable. Lo ocurrido en Primaveral es el reflejo de una política de abandono que, de no corregirse, podría seguir cobrando vidas inocentes.